La situación en el barrio de Coronación y Aldabe, en Vitoria, se ha vuelto insostenible. A pesar de los intentos del Ayuntamiento de Vitoria y el Gobierno Vasco por revitalizar la zona mediante planes de rehabilitación, como el proyecto SmartEnCity, el impacto ha sido mínimo. Lo que debería haber sido una renovación que trajera vida y modernidad a un barrio antiguo y deteriorado, no ha logrado frenar la degradación. Los vecinos mayores, muchos de ellos testigos de cómo su hogar se transforma en un lugar inseguro y hostil, viven con miedo y angustia
Uno de los principales factores que ha llevado a esta situación es el vaciamiento progresivo de pisos y lonjas. La decadencia del barrio, unida a la falta de oportunidades económicas y de empleo, ha dejado innumerables locales vacíos, que han sido rápidamente okupados. Este fenómeno, lejos de ser una solución, ha empeorado la convivencia en el barrio. Las okupaciones no son solo el resultado de la precariedad; muchas de ellas han sido tomadas por personas desarraigadas, que al no estar integradas ni contar con los recursos necesarios, terminan formando parte de un caldo de cultivo para la delincuencia
El aumento de la criminalidad es evidente. Cada fin de semana, las calles de Coronación son escenario de peleas, robos y conflictos que no solo afectan a los que viven allí, sino que dañan la imagen de todo el barrio. Los periódicos locales están llenos de noticias de altercados en la zona, lo que ha generado un estado de inseguridad crónica entre los residentes
A pesar de los esfuerzos de la Policía Local y la Ertzaintza, que intentan patrullar las calles para evitar más incidentes, los resultados no están siendo los esperados. Los operativos son continuos, pero la sensación de inseguridad persiste, y el problema no parece tener una solución a corto plazo
Si las autoridades no toman medidas estructurales más estrictas y eficientes, Coronación corre el riesgo de convertirse en una versión local de Molenbeek, el barrio de Bruselas que se ha convertido en símbolo de abandono y delincuencia. La falta de control sobre las okupaciones, el deterioro del entorno y la incapacidad para frenar el crecimiento de la delincuencia pueden llevar a que este histórico barrio de Vitoria se vea atrapado en una espiral descendente de la que será muy difícil salir
¿Qué medidas se pueden tomar?
Es fundamental que se adopten políticas integrales que combinen seguridad, empleo, rehabilitación y programas de integración social. Las siguientes acciones son urgentes:
- Cierre de lonjas y pisos okupados que no cumplan con las normativas legales.
- Aumento de la presencia policial, no solo para patrullar, sino también para desmantelar redes de delincuencia.
- Incentivos para nuevos negocios y residentes, con ayudas a la rehabilitación y el alquiler, para revitalizar el barrio.
- Proyectos de integración social, especialmente dirigidos a la población más vulnerable, para evitar que el barrio siga siendo un refugio para personas sin recursos ni perspectivas.
Los vecinos de Coronación y Aldabe merecen vivir sin miedo, y es nuestra responsabilidad como sociedad actuar antes de que sea demasiado tarde.
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