España, por su situación geográfica y la dejadez de las políticas migratorias europeas, se ha convertido en un auténtico coladero de yihadistas. La falta de control sobre quién entra y quién sale de nuestras fronteras, tanto de manera ilegal como legal, es un problema que no podemos seguir ignorando. Lo ocurrido en Guipúzcoa y Asturias, donde dos individuos fueron detenidos por delitos de adoctrinamiento y radicalización yihadista, es una muestra clara del peligro que enfrentamos. Pero este problema no solo se limita a los que logran entrar desde el exterior, también lo vemos en el interior de nuestras prisiones, donde los reclusos, en muchos casos condenados por delitos comunes, salen convertidos en extremistas radicalizados.
La migración descontrolada: una amenaza latente
El flujo migratorio hacia España y Europa está fuera de control. Las políticas de fronteras abiertas y la falta de mecanismos eficaces de supervisión están permitiendo que individuos vinculados a redes terroristas o fácilmente influenciables por ellas entren sin problemas. Ya no se trata solo de aquellos que llegan de manera irregular, como vemos a diario en las costas de Canarias o a través del Estrecho de Gibraltar, sino también de aquellos que lo hacen con visados de trabajo o como estudiantes, y terminan siendo captados por células radicales una vez en territorio español. El sistema falla, y fallar en esto significa poner en peligro la seguridad de nuestros ciudadanos.
La Unión Europea, lejos de actuar con contundencia, sigue abrazando políticas migratorias permisivas. ¿Cuántas veces más tenemos que escuchar de redes yihadistas que aprovechan la crisis migratoria para infiltrarse en Europa? Se abren las puertas sin ningún tipo de control, y mientras tanto, los españoles se ven expuestos a un riesgo que aumenta día a día. Es hora de repensar nuestras fronteras y aplicar medidas de vigilancia estrictas. No se trata de cerrar las puertas a los inmigrantes que buscan una vida mejor, sino de garantizar que quienes entren en nuestro país no representan una amenaza a nuestra seguridad. #SeguridadNacional #ControlMigratorio
Cárceles: semilleros de radicalización
El segundo gran problema que enfrentamos es el alarmante proceso de radicalización en nuestras prisiones. En lugar de ser lugares de rehabilitación, muchos centros penitenciarios se han convertido en auténticos focos de adoctrinamiento. Delincuentes comunes, presos por delitos menores, salen convertidos en extremistas adoctrinados, listos para difundir el odio y la violencia en nuestras calles.
El gobierno y las autoridades penitenciarias han sido extremadamente laxos a la hora de abordar esta realidad. El sistema penitenciario necesita una reforma profunda, donde se implementen controles efectivos para identificar y aislar a los radicalizadores que están sembrando el yihadismo dentro de nuestras prisiones. ¿Por qué no se están tomando medidas más contundentes para evitar que las cárceles se conviertan en escuelas de terror? España no puede permitirse el lujo de seguir ignorando esta amenaza interna. Necesitamos aumentar la vigilancia, implementar programas de desradicalización efectivos y, sobre todo, detener la propagación de estas ideologías violentas desde dentro.
¿Hasta cuándo seguiremos mirando hacia otro lado?
Es urgente que tanto España como el resto de Europa tomen medidas firmes y claras. La seguridad de nuestros ciudadanos debe ser la prioridad absoluta, y para ello necesitamos un cambio radical en las políticas migratorias y en el control dentro de nuestras cárceles. Es inaceptable que, en pleno 2024, sigamos viendo cómo se filtran individuos peligrosos a través de nuestras fronteras y cómo nuestras prisiones se convierten en centros de radicalización.
Las consecuencias de esta dejadez las pagamos todos: no solo con el aumento de la inseguridad, sino también con la erosión de la confianza en nuestras instituciones. Los ciudadanos necesitan saber que su país los protege, y eso pasa por un control estricto de las fronteras y por la reforma del sistema penitenciario. La seguridad no es negociable. #NoMásTerrorismo #ControlFronterasYa #ReformaCarcelaria #EspañaSegura
¿Qué se debe hacer?
Es hora de actuar. Las autoridades deben asumir su responsabilidad y poner en marcha medidas que realmente protejan a los ciudadanos:
- Refuerzo de las fronteras: Implementar controles exhaustivos, tanto para la inmigración irregular como para la legal, y asegurar que cualquier persona que entre en España sea debidamente verificada. No más puertas abiertas sin supervisión. #ControlDeFronteras
- Reforma del sistema penitenciario: Aislar a los radicalizadores y evitar que propaguen su ideología dentro de las cárceles. Es urgente implementar programas de desradicalización serios y efectivos para frenar esta amenaza. #ReformaPrisiones
- Cooperación internacional: España debe reforzar su colaboración con otros países europeos y de fuera de la UE para intercambiar información y prevenir la entrada de yihadistas. No podemos enfrentarnos solos a una amenaza global. #CooperaciónSeguridad
Conclusión
El terrorismo yihadista no es un fenómeno lejano ni ajeno a España. Está aquí, en nuestras ciudades, en nuestras prisiones, y ha llegado a través de nuestras fronteras desprotegidas. Si seguimos permitiendo que las políticas migratorias y penitenciarias sigan fallando, estamos poniendo en peligro la vida y la libertad de todos. Es hora de defender con firmeza nuestra seguridad, nuestras fronteras y nuestras instituciones. Las palabras ya no son suficientes, necesitamos acciones decididas para detener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde. #DefiendeEspaña #SeguridadParaTodos
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