Carnaval sin seguridad: el desastre anunciado en Vitoria

El Ayuntamiento de Vitoria ha tomado una decisión inaceptable: en lugar de dotar a la Policía Municipal de los recursos que necesita, ha preferido gastar dinero público en contratar auxiliares sin formación adecuada para cubrir un evento multitudinario como el Carnaval. Mientras los agentes denuncian la falta de efectivos y rechazan realizar horas extras por las precarias condiciones, el consistorio ha optado por una solución improvisada que pone en riesgo a todos.

Una solución que no garantiza la seguridad

El Carnaval de Vitoria es uno de los eventos más concurridos del año, con miles de personas, muchas de ellas familias con niños. La seguridad en un evento de esta magnitud no es un simple trámite administrativo; requiere planificación, experiencia y agentes cualificados para prevenir incidentes. Sin embargo, el Ayuntamiento ha decidido delegar estas funciones en 20 auxiliares de una empresa privada, cuyo único requisito para ser contratados es tener más de 18 años y carnet de conducir.

¿Pueden estos auxiliares manejar una emergencia? ¿Sabrían reaccionar en caso de estampida, pelea o accidente? La respuesta es clara: no. No tienen competencias para regular el tráfico, ni autoridad para intervenir en situaciones de riesgo. Su presencia es, en el mejor de los casos, decorativa.

Desprecio a la Policía Local y a la seguridad de la ciudadanía

La Policía Municipal lleva meses advirtiendo de la falta de recursos, pero el Ayuntamiento ha ignorado sus reclamaciones. Los agentes han decidido no hacer horas extras porque el problema no se soluciona con parches, sino con inversión real en seguridad. Si la plantilla es insuficiente, la solución no es contratar auxiliares sin formación, sino reforzar el cuerpo con más efectivos y mejores condiciones laborales.

Pero en lugar de eso, el consistorio ha preferido gastar 9.000 euros en una solución improvisada que no resuelve el problema de fondo. Es un desprecio a la labor de la Policía Local y, sobre todo, una irresponsabilidad hacia la ciudadanía, que es quien pagará las consecuencias si algo sale mal.

¿Y si ocurre una desgracia? ¿Quién asume la responsabilidad?

La gran pregunta es: si hay un accidente, una avalancha de gente o, en el peor de los casos, un atentado, ¿quién responderá? Estos auxiliares no tienen la preparación para gestionar crisis, ni el poder para actuar en situaciones de emergencia. Si algo sucede, ¿asumirá el Ayuntamiento su error o culpará a la Policía por no haber estado allí?

No es la primera vez que una mala gestión política pone en peligro a la ciudadanía. ¿Vamos a esperar a que ocurra una tragedia para darnos cuenta de la importancia de una seguridad bien planificada?

Conclusión: improvisación y desprecio por la seguridad

La seguridad no es un lujo, es una necesidad. No se puede sustituir a agentes preparados por auxiliares con chalecos y silbatos y pretender que todo salga bien. La ciudadanía de Vitoria merece un Carnaval seguro, con profesionales capacitados para proteger a las personas y prevenir incidentes.

El Ayuntamiento ha fallado. Ha preferido gastar dinero en una solución de emergencia en lugar de reforzar su Policía Local. Y si algo ocurre, no podrá decir que no fue advertido.

¿Qué opinas? ¿Es esta la forma correcta de gestionar la seguridad en un evento multitudinario? ¿O estamos ante un nuevo ejemplo de improvisación política que pone en riesgo a todos? #Seguridad #Vitoria #Carnaval

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