COP29: Una cumbre donde España pierde y los grandes contaminadores ganan 🌍❌

La COP29 de Bakú ha vuelto a demostrar que, en la lucha contra el cambio climático, no todos juegan con las mismas reglas. Mientras los países más contaminantes —China, Estados Unidos, India o Brasil— evaden compromisos o simplemente no se presentan, España sigue comprometiéndose con medidas que no solo son desproporcionadas, sino que ponen en riesgo nuestra industria, nuestra agricultura y nuestra economía.


¿Por qué España siempre paga el pato?

1️⃣ Obligaciones sin financiación:
Los acuerdos adoptados en Bakú imponen a España y otros países participantes metas vinculantes para la reducción de emisiones. Sin embargo, no hay un plan claro de financiación para que nuestra industria pueda adaptarse a estas exigencias. ¿Cómo vamos a cumplir con estas reformas si no hay fondos suficientes para transformar nuestras fábricas, transportes e infraestructuras?

Mientras tanto, países como EE.UU. y China —los mayores emisores del mundo— ni siquiera se han comprometido a cumplir estos objetivos. Sus industrias seguirán creciendo sin restricciones, atrayendo inversiones y jugando con ventaja frente a nosotros.


2️⃣ Desindustrialización: un riesgo real
España está en un momento crítico. La falta de apoyo financiero para cumplir con las metas climáticas podría llevar a que muchas empresas opten por trasladar sus operaciones a países con regulaciones más laxas, donde producir sigue siendo más barato.

Esto no solo afectará el empleo y la economía, sino que marcará el inicio de un proceso de desindustrialización en un país que ya tiene dificultades para mantener su competitividad en sectores clave.


3️⃣ Una agricultura abandonada
En un país donde las sequías y la falta de agua ya son problemas graves, la COP29 sigue ignorando una solución evidente: la inversión en infraestructuras hídricas. En lugar de ello, los campos de España se están llenando de placas solares y molinos de viento, sacrificando tierras de cultivo que son esenciales para nuestra soberanía alimentaria.

¿Qué pasa con nuestros agricultores? No solo enfrentan la falta de agua, sino que ahora también compiten por el uso de sus tierras frente a proyectos de energía renovable.


Los grandes contaminadores, en ventaja

Mientras España sigue comprometiéndose a financiar a países en vías de desarrollo, los gigantes contaminadores como China y EE.UU. se benefician de un sistema que ellos mismos boicotean. ¿Qué sentido tiene que nuestro país cumpla con metas estrictas mientras ellos siguen creciendo industrial y económicamente sin restricciones?

En esta COP29:

  • China, responsable del 30% de las emisiones globales, ni siquiera envió a Xi Jinping.
  • Estados Unidos, con Trump al frente, ya ha dejado claro que se retirará del Acuerdo de París.
  • India y Brasil tampoco han mostrado interés en medidas ambiciosas.

¿Y nosotros? España se queda sola, cargando con responsabilidades desproporcionadas que ni siquiera los grandes emisores quieren asumir.


Nuestros políticos, ¿dónde están?

Ante este panorama, nuestros representantes en la COP29 no han defendido con suficiente fuerza los intereses de España. Mientras países como Francia y Argentina abandonaron las negociaciones, dejando claro su descontento, España sigue participando y asumiendo acuerdos que no benefician ni a nuestra economía ni a nuestro medio ambiente.

🔹 ¿Por qué seguimos financiando a terceros países sin garantizar antes la viabilidad de nuestras propias industrias y agricultores?
🔹 ¿Cómo vamos a cumplir con las metas de descarbonización si los grandes contaminadores ni siquiera están presentes?
🔹 ¿Por qué nuestros políticos no exigen condiciones más justas?


El futuro que nos espera

Lo que la COP29 nos deja es un escenario de incertidumbre y desigualdad:

  • Una industria que puede migrar ante la falta de apoyo.
  • Agricultores abandonados, mientras sus tierras se sacrifican por una transición energética mal planificada.
  • Grandes contaminadores que siguen jugando con ventaja en el mercado global.

España, una vez más, está cargando con un peso desproporcionado, mientras los verdaderos responsables del cambio climático se niegan a asumir su parte.


Conclusión: ¿La COP es un fracaso?

Si las cumbres climáticas no logran comprometer a los mayores contaminadores ni establecer un sistema justo de responsabilidades, quizás es hora de replantearse su utilidad. España no puede seguir siendo el alumno obediente de un pacto que nos perjudica.

💬 Reflexionemos: ¿Debemos seguir firmando acuerdos que nos dejan en desventaja económica y social? O es momento de exigir un marco global más justo, donde todos asuman su parte.

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