
El Ayuntamiento de Vitoria vuelve a demostrar dónde están realmente sus prioridades. Este año ha decidido incrementar en un 42% el gasto en iluminación navideña, alcanzando la escandalosa cifra de 235.000 euros. Mientras tanto, los ciudadanos siguen sufriendo problemas de seguridad, falta de vivienda asequible, deficiencias en el transporte público y precariedad en los servicios municipales.
¿En serio es prioritario gastar casi un cuarto de millón de euros en luces cuando hay necesidades mucho más urgentes?
Luces brillantes, problemas oscuros
La alcaldesa, Maider Etxebarria, justifica el despilfarro diciendo que «dinamiza el comercio y da vida a las calles», como si las luces fueran la solución mágica a los problemas económicos de los comerciantes y hosteleros. Pero la realidad es que:
📌 Vitoria sigue perdiendo negocios locales, con cierres constantes en el Casco Histórico.
📌 El Ensanche de Vitoria se enfrenta a una crisis de eficiencia energética, con cientos de edificios en riesgo de quedar fuera del mercado inmobiliario por las exigencias climáticas de Europa.
📌 El comercio no se salva con luces, sino con bajadas de impuestos, reducción de trabas burocráticas y apoyo real a los pequeños empresarios.
El Ayuntamiento prefiere gastar cientos de miles de euros en luces que duran un mes, en lugar de reducir impuestos y tasas a los comerciantes o reforzar la seguridad en las zonas más afectadas por la okupación y la delincuencia.
Más de lo mismo: solo importa el Casco Histórico
Como viene siendo habitual, todo el esfuerzo económico y publicitario del Ayuntamiento se centra en el Casco Antiguo y el Casco Medieval, mientras el resto de los barrios siguen olvidados, deteriorándose y perdiendo comercios.
🔴 Mientras el comercio del centro recibe subvenciones y promoción, los pequeños negocios de los barrios ven cómo sus clientes desaparecen porque la gente se concentra en el Casco Viejo.
🔴 Las luces, los eventos y las inversiones se quedan en el mismo sitio de siempre, dejando el resto de la ciudad sin incentivos para atraer compradores.
🔴 El resultado: barrios más vacíos en las fechas clave, comercios cerrando y zonas cada vez más degradadas.
No es casualidad: el dinero público siempre beneficia a los mismos, y mientras tanto, los barrios fuera del centro siguen sin recibir apoyo ni inversión real.
Subvenciones simbólicas y gasto desproporcionado
El mismo Ayuntamiento que derrocha dinero en luces navideñas, solo destina 180.000 euros a cuatro convenios de promoción económica y social. Por ejemplo:
🔹 98.000 euros para el comercio del Casco Medieval. Es decir, menos de la mitad de lo que gastarán en luces.
🔹 10.000 euros para la Escuela Comercial de Álava. ¿Cómo se pretende fortalecer el comercio con una cifra ridícula comparada con el gasto en adornos?
🔹 5.000 euros para apoyar el emprendimiento en la UPV. Una cantidad insultante si la comparamos con los 235.000 euros de luces que solo servirán para hacer bonitas las fotos de Instagram.
¿Qué clase de prioridades son estas?
Hipocresía y populismo con dinero público
Esto es lo de siempre: se gasta a manos llenas en cosas llamativas, pero sin impacto real. Es más fácil vender a los ciudadanos la idea de «unas navidades mágicas» que afrontar los problemas estructurales de la ciudad.
🔴 Mientras a los autónomos y empresarios se les asfixia con impuestos y normativas absurdas, el Ayuntamiento se gasta el dinero en adornos efímeros.
🔴 Mientras a los ciudadanos se les pide «austeridad» y que soporten subidas de impuestos, el Ayuntamiento gasta casi un cuarto de millón en luces.
🔴 Mientras los barrios se vacían en Navidad porque todo el comercio y la inversión se centran en el Casco Histórico, el dinero público sigue beneficiando a los de siempre.
Si de verdad quieren ayudar al comercio y la hostelería, que bajen impuestos, reduzcan tasas, eliminen trabas burocráticas y refuercen la seguridad en las calles. Pero no, prefieren el populismo lumínico y el despilfarro festivo.
📣 Comparte si crees que el dinero público debería destinarse a necesidades reales y no a caprichos navideños.
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